Este aceite de oliva virgen extra Peña de Baena se presenta en marascas, que es el término que utilizamos para referirnos botellas de 250 ml de cristal transparente y base cuadrada que permite poner en valor el color verde intenso y tonos amarillos propios de nuestros campos.
Este formato es especialmente interesante para ser utilizado en cocina, gracias a su poco peso y comodidad de uso y en hostelería, para servir de centro de mesa y entrante, acompañando unas rebanadas de pan tostado, un detalle que el cliente no olvidará con facilidad y que le hará destacar de entre su competencia.
El aceite:
Peña de Baena es un aceite premium con denominación de origen Baena y como tal se presenta, acompañado de una etiqueta fijada al cuello de la botella que pone en valor su procedencia y proceso de elaboración.
Composición
Se compone de cuatro variedades en un coupage especialmente diseñado para conseguir un aceite que combina a la perfección con arroces y pastas, que se ve potenciado al consumirlo en crudo sobre una rebanada de pan y que emulsiona especialmente bien en salsas, guisos y repostería. Se compone de picual, picuda, hojiblanca y nevadillo:
Formato de presentación:
Este formato el aceite de oliva virgen extra Peña de Baena se presenta en botellas de base cuadrada de cristal transparente de 250 ml de capacidad, idónea para ser utilizada en cocina, para desayuno y en hostelería.
Cuenta con un tapón de rosca que esconde un dosificador antigoteo cómodo y limpio. Todas se acompañan de una etiqueta en la que se describe el proceso de elaboración y las características del aceite que se encuentra en su interior.
Nota de cata:
El aceite de oliva virgen extra Peña de Baena, gracias a las variedades que lo componen, destaca por los matices de almendras verdes y plantas aromáticas. En paladar se trata de un aceite complejo, lleno de notas de frutos enverados y un regusto persistente que poco a poco va evolucionando hacia notas de frutos secos.